Fotografía.
Todas tomadas el 13 de septiembre en Castellar de Santiago.
Víspera de fiesta. Cada año desde hace centenares se vuelve a la ofrenda en un rito que se perpetúa en familia. Emoción silenciosa en la explosión, noche de fuego efímero. La alegría con los presentes, el recuerdo de los ausentes.