Fotografía.
Todas tomadas el 13 de septiembre en Castellar de Santiago.
Víspera de fiesta. Cada año desde hace centenares se vuelve a la ofrenda en un rito que se perpetúa en familia. Emoción silenciosa en la explosión, noche de fuego efímero. La alegría con los presentes, el recuerdo de los ausentes.
Por qué se exponen de esa manera? Se queman muchos? El fotógrafo corre peligro?
ResponderEliminarNo hay ningún riesgo. Muy importante el olor y el sonido que envuelve todo el pueblo, aparte de la luz.
ResponderEliminarImágenes preciosas, impresionante verlas en directo, alucinante.
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